El periodismo de opinión bien sustentado y sobre diversos temas sedujo al poeta César Vallejo en París.
El auditorio de la Alianza Francesa fue escenario, una vez más, de un interesante conversatorio. Gerardo Cailloma, Bethoven Medina y Luis Eduardo Quintanilla lanzaron a la mesa el rol de César Vallejo en París y su rol de periodista en la ciudad del Sena. La noche del viernes 21 de abril, mes vallejiano, se pudo descubrir más sobre la faceta periodística de nuestro César.
Vallejo arribó a París, entre otras causas, por la persecusión de la que fue víctima en Perú. Ya había sido encarcelado y nadie garantizaba su seguridad ni su libertad. «Tras más de 3 semanas de viaje en barco se encontró una Francia con el tufillo de la I Guerra Mundial», inicia Cailloma. «Llegaban a los medios galos las noticias del naciente nazismo en Alemania», agrega Quintanilla en su primera intervención.
Nuestro poeta tuvo el privilegio de abordar la etapa de tránsito que incendió Europa dos veces. Los años de tensa paz entre las dos guerras mundiales fueron un escenario rico en manifestaciones culturales y políticas. La poesía humana del liberteño se tiñó de ella y su periodismo no fue la excepción. «César Vallejo fue un periodista colaborador en revistas y semanarios y abordaba temas como arte, cultura, incluso humor. Tenía una redacción sencilla y didáctica y en algunas columnas saltaba su faceta irónica», puntualiza Quintanilla.
El periodismo fue para el poeta un modo de supervivencia en París.
Si Vallejo fuese periodista ahora sería un periodista cultural adelantado a su tiempo. El poeta Bethoven Medina afirma que «anticipó que en el Perú se viviría tiempos de escaso apoyo a la cultura. Vivió el periodismo como un modo de supervivencia», algo que repitieron Bryce Echenique y Vargas Llosa también. «Estuvo al tanto de la actualidad literaria francesa y opinaba sobre sus tendencias en ese país». Respaldaba la obra literaria de Paul Valéry y criticaba la de Víctor Hugo por ser respaldada por la política», comenta Medina.
Lo cierto es que el poeta santiaguino se empapó del pensamiento cosmopolita del entorno que lo rodeaba. Luis Eduardo García, escritor y director de la Escuela de Ciencias de Comunicación de la UPN afirma que Vallejo aprehendía con excelente actitud la realidad que visitaba. Sucedió en su local Santiago de Chuco, en Trujillo y posteriormente, se mimetizó en París. Conoció los pormenores de la Guerra Civil Española y su visita a Rusia lo marcó a nivel personal dejando huella en sus mejores obras.
Por su parte Gerardo Cailloma, anfitrión de la velada, rescató las crónicas que Vallejo Mendoza escribió. Su apego por el Perú «le llevaron a redactar profundas columnas sobre la realidad peruana. Además postuló la posición del peruano en el mundo desde el punto de vista de ciudadano latinoamericano». Y Medina añadió que su interés por la Ecología y la relación y alianza entre el hombre y los animales le llevó a internarse en el tema. Sobre ello escribió varias reflexiones que ahora sorprenden a sus investigadores.


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