El comunicador Luis Vigo ha realizado un fotorreportaje que retrata la crónica visual de los estragos de las lluvias e inundaciones en Trujillo.
Este fotorreportaje es un vistazo de nuestra colonial ciudad desde el piso, desde la polvareda que se impregna en las fosas nasales y nos obliga -como en el 2017- a usar las kn95 (¡qué ya estaban en el baúl!).
Este es un vistazo con sabor a arena en la boca y lágrimas de arcilla salada. Esta es una mirada de descontento por lo mucho que pudimos haber hecho y que sólo se quedó en buenas intenciones. Ahí están las bolsas de basura emanando hediondez, más el polvo. La vendedora de chochos y el polvo, el vendedor de sombreros y el polvo, el vendedor de mamey y el polvo, dos policías que se alejan de un globo verde y en la portada o arco de ingreso a Trujillo: el maíz esperando.
Ese maíz en espera del picoteo de las aves es a la vez el maíz de la vida, de la esperanza de que aún nos podemos enmendar para sobrevivir en nuestro atribulado planeta.
Fotos y texto: Lucho Vigo.












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