Crónica: La chichería de Doña Balbina en Huanchaco
Y los hombres perecieron, la muerte los alcanzó. Las casas, en cambio, en algunos casos, han sabido remediarse en el tiempo y seguirnos generación tras generación. Así sucedió en la chichería de Doña Balbina. Son más de las doce. No existe uniformidad en el bullicio tampoco existe la perfección en el silencio ni en las ciudades, aún menos en las casas. Tampoco los hombres somos iguales, nuestras historias son distintas,