La periodista peruana Lorena Álvarez, además de su trabajo diario, se ha dedicado a escribir. Ha publicado dos libros “No te mato porque te quiero” y “Primero Muerta. Asesinos de mujeres en el Perú” y ya viene escribiendo su próximo libro. Estas tres publicaciones abordan la problemática de violencia contra las mujeres; un tema del que habla con suma entereza. En esta entrevista para Siente Trujillo destaca que para menguar esta violencia se debe trabajar desde la niñez y de una forma integral.
¿Cómo surgió la iniciativa de escribir y publicar el libro “Primero Muerta”?
En realidad tuve la idea desde que empecé a escribir “No te mato porque te quiero”, mi primer libro. El tema me estaba quedando corto; la violencia de género tiene muchísimas aristas, es extenso y había que abordarlo de diferentes maneras. Allí nació la idea de hacer la primera trilogía acerca de violencia de género en el Perú, este es el segundo libro y lo que hace es girar el foco para mirar a los feminicidas, porque siempre se observa a la víctima: qué estaba haciendo, si denunció a tiempo, cuál es su historia de vida, pero nunca miramos a los victimarios, a los feminicidas.
¿El feminicida nace o se hace?, eso me planteaba y tenía que respondérmelo y creo que debe hablarse de salud mental, un tema tabú, porque lo interpretamos como perdonar al agresor o sentirle lástima y te dicen «no lo humanices», es mejor decir que «es un monstruo». Se trata de una persona que merece el peso de la ley, sin embargo considero que entendiendo a los feminicidas podemos sacar conclusiones de cómo reducir la violencia de género.
¿Qué recuerdas del trajinar que te ha llevado escribir este libro?, ¿Qué es lo más anecdótico?
Lo más anecdótico es que tenía un plan de los casos que iba a narrar cuando empecé el año pasado; sin embargo los casos fueron cambiando y terminé narrando otros e incorporando un elemento que no lo tenía desagregado. Pensé en contar la historia de Jimenita, esta niña que saliendo de un taller extracurricular en una comisaría se sube a una bicicleta y la termina matando César Alva Mendoza; pero estudiando la incidencia en niños me di cuenta cómo estaba invisibilizado un concepto reconocido en organismos internacionales, el feminicidio infantil y cómo no lo estamos aplicando.
César Alva Mendoza no está condenado por feminicidio. Cuando se trata de un crimen de odio, él ataca a la víctima que tiene menos posibilidad de defenderse, una niña; que haya abusado de ella previamente no elimina que sea un crimen de odio, no elimina que la mató por su condición de mujer. Luego sucedió un caso en Andahuaylas de dos niñas que fueron asesinadas por un hombre que era conscripto del ejército. En ocho días mató a estas niñas después de abusar de ellas, una tenía diez y la otra tenía once años. Allí me di cuenta que debía contar más que el perfil de estos dos feminicidas, tenía que hablar de feminicidio infantil y he colocado data interesante que puede servir para abrir el debate; porque el problema hay que trabajarlo de manera integral, no solamente ver a la mujer adulta, sino desde la niña.
El 11 de octubre es el Día Internacional de la Niña y se da justamente para reconocer las deficiencias que hay en su protección; desde las inequidades, desigualdades, estereotipos, pero también la violencia sexual que hoy en día es terrible y que no ocurre solo con extraños, si no dentro del mismo seno familiar.
¿Cuántos casos recoge el libro?
Son seis perfiles de feminicidas, en diferentes lugares y momentos, que de alguna manera explican crímenes crueles que fueron sonados en su momento. Algunos llegaron a la prensa internacional, como es el caso de Eyvi Ágreda que fue quemada en un bus.
¿Consideras que el gobierno está haciendo algo por disminuir está problemática de la violencia contra la mujer?
Hacen muchas cosas diferentes, pero no hay una política articulada. No hay una sola base de datos que te hable acerca de lo que pasa, dónde está pasando, por qué; y si no sabes lo que estás contando, no sabes cómo atacar el problema. Hay esfuerzos desarticulados, cuando debe ser una política transversal a todo el Estado.
No pasa por aumentarle el dinero al Ministerio de la Mujer, sino ¿qué estás haciendo en el Ministerio de Salud?; ¿en las políticas de acceso a salud mental, éstas incrementando psicólogos, psiquiatras?; ¿qué estás haciendo en el Ministerio de Educación?; ¿aplicaste una política de enfoque de género?; ¿estás aplicando talleres de nuevas masculinidades?; ¿el sistema de justicia está sancionando a los agresores?, no, pues entonces de nada sirve seguir inaugurando Centros Emergencia Mujer que atienden en horario de oficina si no haces una política integral que sirva y que en unos 15 años empiece a reducir los índices.
¿En tu trabajo, es duro tener que informar de estos casos de violencia hacia la mujer todos los días?
Me indigna tener que decir lo mismo, en el sentido de que la mujer está muerta, desfigurada o profundamente agredida y la historia de siempre es, al hombre ya lo había denunciado y el sistema no hizo su trabajo, había pedido ayuda y no la escucharon. Frustra que las víctimas tengan que recurrir a los medios de comunicación para que las autoridades hagan algo en el momento, porque luego las cámaras dejan de mirar y abandonan a las víctimas. Nos indignamos, ¿pero que más estamos haciendo?
Cada uno desde nuestra ciudadanía
Esa es la idea, qué estás haciendo en tu entorno, cómo estás educando a tus hijos; en tu trabajo, por ejemplo, si escuchas comentarios agresivos, si ves acoso. ¿lo reportas o prefieres mirar a otro lado porque van a decir que eres conflictiva?, ¿te compras el pleito? No solamente debemos acusar al Estado de no hacer su trabajo, ¿vas a esperar que te pase para decir me compro el pleito?
¿Qué le recomendarías a las mujeres que están siendo víctimas de agresión?
Que no se sientan culpables, que no pasa por ellas, no son responsables de lo que está sucediendo; pero que si tienen el poder y la responsabilidad de rescatarse, rescatarse no pasa por hacerlo sola, pasa por pedir ayuda; por más que nos sintamos solas, siempre nos pueden ayudar, sean desde las autoridades, desde nuestro entorno familiar o amical, pidamos ayuda para salir del círculo de violencia; nunca es tarde, no importa cuántos años hayan pasado o las dificultades que puedan darse. Rescátense porque ese hombre no va a cambiar. Nosotras tenemos que estar felices, ellos tienen que recibir la sanción de la justicia y también pasar por un proceso de recuperación de su salud mental. Rescátate, sálvate y déjalo porque no va a cambiar y, eventualmente, te puede matar.
Las mujeres siempre denuncian y luego regresan con el maltratador, con el que las golpea, las insulta, ¿A qué se debe esto?
Muchas veces porque no tienes las herramientas para rescatarte; porque si no tienes independencia económica, si ese hombre mantiene a tus hijos, te da de comer, si es la única casa en la que vives, es fácil verlo desde afuera y decir ¿porque no se va? En todo caso ¿el Estado provee de albergues donde puedan ir las mujeres que denuncian? No. Hay que ponernos en los zapatos de la víctima, ser más empáticos y entender que está pasando por un momento de inseguridad; el sistema de justicia es duro, revictimizador, además muchas veces los hombres no aceptan que ha terminado la relación y regresan a la casa, persisten los golpes, ¿y si la justicia no actúa, tú misma qué vas a hacer?
¿Cuál es el título del próximo libro?
No lo puedo revelar todavía. Yo he puesto los títulos a los libros y el tercero también habla de violencia de género, pero desde otro ángulo y cierra lo que quiero decir cuando hablamos de violencia.

Entrevista de nuestra colaboradora: Ana Tongo Ramírez
Más entrevistas a invitados de la FILT 2019 en Trujillo Beat.
Puedes encontrar más información de la obra de Lorena Álvarez en Planeta de Libros.
Siente Trujillo es Medio Partner de la Feria Internacional del Libro de Trujillo.
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