Autor trujillano quedó finalista del prestigioso Premio Copé de Poesía 2017. Alfonso Sánchez Mendoza logra el reconocimiento nacional por su libro “Bitácora urbana”
Siente Trujillo habló con Alfonso Sánchez Mendoza, destacado autor trujillano, sobre su trayectoria y los proyectos literarios en que viene trabajando actualmente. Sánchez es un reconocido actor e impulsor de la cultura de Trujillo. Su labor en la Casa de la Emancipación y en el ámbito universitario son visibles a ojos de artistas e instituciones ligadas a la actividad cultural. He aquí la entrevista.
Soy trujillano. Comunicador y restaurador. En la actualidad trabajo en la Casa de la Emancipación. Formo parte del Instituto de Estudios Vallejianos. Mi obra, «Bitácora urbana», quedó finalista del Premio Copé de Poesía 2017.
Siente Trujillo: ¿Cómo nació en usted la vinculación por las letras?
Alfonso Sánchez Mendoza: Empecé acercándome a la poesía a través de la declamación. Tuve un docente en la primaria (Institución Educativa Pedro M Ureña), él me preparó para recitar durante los eventos escolares como día de la madre, día del padre, fiestas patrias. Allí empezó el primer guiño con la literatura. En 6to grado escribí mi primera composición que declamé por el día de la madre.
¿Se le puede considerar entonces un escritor precoz?
En ese entonces creo que hice un amago de escritura, una composición que gustó al público, es la historia de una persona, un huérfano que reclamaba por qué había fallecido la madre.
La secundaria, estudié en el Colegio Nacional de San Juan, allí empecé a escribir de una forma más íntima, ya con 14 o 15 años. En esta etapa de la vida comienzan a surgir los temas amorosos. Uno ya tiene un pretexto para escribir. Por esa época también escribía poesía por encargo.
¿Cuándo decidió dedicarse de forma más seria la escritura?
A los 17 años empiezo a recurrir aparte de las lecturas a plasmar la cotidianidad, el amor la existencia, los cuestionamientos. La primera publicación de un poema fue en la UNT, allí ingresé a Ingeniería Química. El centro de estudiantes de la facultad publicaba un boletín y este boletín tenía una sección, en dos o tres ediciones se publicaba un poema, fueron mis primeros pininos. Fue una gran experiencia. Empecé a tener cierto reconocimiento en este grupo.
¿Qué opina de los escritores como Sábato que siendo personas dedicadas a la ciencia también les interese la literatura?
Los ochenta, los que ganaron los principales juegos flores de poesía en la UNT eran ingenieros y también médicos. Yo estudié en la UNT empezando la década de los 90. Yo nunca terminé Ingeniería Química. Dejé la carrera a la mitad. Pero me di cuenta que habían varias personas inquietas en el campo de las ciencias por dedicarse a la literatura. El romance con la literatura no te exime que te gusten las ciencias y viceversa. Aquí en Trujillo tenemos a Robert Jara, Físico de profesión que escribe muy bien
Háblenos de Catarphilia, su primera obra.
Hasta antes que ello sucediera solo había escrito para mí, además no tenía la idea de publicar, entonces por ese tiempo conocí a Manuel Medina Velásquez, él había empezado con el proyecto poesía joven, me invitaron a leer poesía en los recitales que convocaban todos los meses y me gustó el entusiasmo de los muchachos de secundaria que participaban en estas actividades. Entonces le dije a Manuel, si podía ayudarle, empecé entonces a colaborar en el proyecto. Editamos cuatro antologías. Estuve allí hasta el 2009. Los recitales se realizaban en la Casa de la Emancipación. Fue una experiencia muy gratificante, al mismo tiempo en esa época, Manuel me sugirió armar una plaqueta. Buscamos auspicios. Se publicó con Papel de viento Editores de Alejandro Benavides, poemas amorosos y existenciales. Fue en el 2005.
Luego llegaría Sortilegios que fue presentada en la 4ta Feria de Libro de Trujillo 2009. ¿Por qué el nombre de Sortilegios?
Efectivamente, Sortilegios se presentó en la 4ta Feria de Libro de Trujillo el 2009. Lo editó Hugo Díaz Plasencia. Un libro que tiene como 80 paginas, 5 secciones, medio formato de Catarsisphilia. Una experiencia también muy buena. Es una suerte de arte poética, sortilegios para seguir con vida. Es de como la poesía permite sobrellevar los días, y como el versos le permite a un simple mortal como yo seguir la rutina diaria, la vida habitual y cotidiana de una persona. A mí me sirve la poesía para seguir batallando.
Posteriormente pasaron varios años hasta que apareció Bitácora Urbana, obra que quedó finalista en el Premio Copé de Poesía 2017. ¿Sobre qué tópicos abarca este libro?
Pasaron varios años, alrededor del 2010 hasta el 2014. Bitácora Urbana es una serie de 38 poemas que están fechados como un cuaderno de bitácora, en el mes de agosto hasta el 31 de diciembre de algún año. Los títulos de cada poema están al final de cada poema. Son poemas dedicados al amor, la ausencia, la soledad, lo cotidiano, un poema a mi padre que falleció el 2009, poemas al hogar. Todos tienen como eje conductor el centro histórico de Trujillo, donde yo me movilizo diariamente, allí se puede ver unos versos a un balcón o a alguna fachada, el zaguán, esos elementos que forma parte del centro histórico están presentes en la humanidad de estos poemas.
¿Cómo decidió participar en el Premio Copé de Poesía 2017?
Tuve vacaciones en julio de este año en la UNT, entonces me dediqué a armar el conjunto de poemas que ya tenía pero con otro título. En este mes, me dediqué a revisar este poemario, le di la estructura de bitácora, escogí la portada. Ya tenía proyectado publicarlo. A última hora cuando ya lo tenía todo listo lo envié al Copé, allá en la oficina en Lima. Meses después tuve la suerte de aparecer finalista. La noticia me la dio un amigo, un destacado poeta, me dijo que había sido seleccionado en el Copé de poesía de este año..
¿Qué sintió ser finalista del Premio Copé 2017?
Fue interesante, particularmente el reconocimiento para mí es un aliciente para continuar en la tarea, a partir de aquí el compromiso es más fuerte, más intenso Hay más compromiso para continuar investigando, leyendo ya que sino leemos no podemos escribir y más que todo vivir. Sino vivimos de qué escribimos. Las experiencias te nutren. Lo importante es seguir en esta brega, en esta tarea. La escritura para mí se ha convertido en parte de mi naturaleza, y este reconocimiento es una justificación más para seguir en la escritura.
Para Alfonso Sánchez Mendoza. ¿Qué es la poesía?
Mi relación con la poesía la considero en dos vertientes, uno como creador, lo que decía en Sortilegios, permitirme seguir con vida, ese artilugio, ese truco que le buscas a la vida diaria para levantarte al día siguiente, y como lector es el deleite de compartir lo que otros poetas lograron plasmar en el papel, su vida, sus experiencias. Creo que en la poesía, que es un poco más intimista, más espontánea que la narrativa, es permitirte ingresar a este mundo y asumirla como tuya, vivir el poema que estás leyendo que es lo que quisieras como creador que le pase a otros, que en algún momento vivas lo que tu leíste y al compartirlo o publicarlo, ese poema dejó de ser tuyo.
Si en un libro de versos, hay un poema que sea bueno, que logra conmoverte, el libro está salvado. Pueda que una estrofa logre conmoverte, entonces el poema y el libro están salvados. Si en esa estrofa hay un verso que logra conmoverte, el poema, el libro y la estrofa valen la pena.
«Bitácora Urbana es una serie de 38 poemas que están fechados como un cuaderno de bitácora, en el mes de agosto hasta el 31 de diciembre de algún año. Los títulos de cada poema están al final de cada poema. Son poemas dedicados al amor, la ausencia, la soledad, lo cotidiano, un poema a mi padre que falleció el 2009, poemas al hogar». Alfonso Sánchez Mendoza
¿Considera que la literatura, en especial la poesía, cambia la vida de una persona?
Por supuesto. La poesía y la literatura en general nos permite ver la vida desde otro punto de vista, nos permite reflexionar y decir, mira esto me pasa a mí pero otro lo escribió.
Los que nos dedicamos a la escritura, nos empeñamos, aunque no sea un oficio rentable, a seguir escribiendo poesía, en buscar la estética a las palabras sencillas, yo creo que la poesía debe ser sumamente espontánea, emotiva. La poesía es un reflejo de tus emociones. Cuando la poesía se vuelve más cerebral, pierde su esencia, creo que el lenguaje está para expresarnos y la magia de la poesía está en buscar al lenguaje común, cotidiano la estética de las palabras.
¿Cuáles han sido sus autores favoritos que le han motivado a amar la literatura?
Tengo una relación muy especial con la poesía vallejiana. Formo parte del Instituto de Estudios Vallejianos. Declamo a Vallejo desde hace ya varios años, en la época de universitario. Justamente por esos años con Juan Villacorta formamos un grupo y Juan fue el presidente y yo era el vicepresidente. Nosotros llevábamos arte y música a Rio Seco. Recuerdo que la gente se acercaba a ver el espectáculo teatral y a escuchar la música y el poema que declamábamos, entonces te dabas cuenta de lo interesante de esta experiencia, por ejemplo cómo un poema de Vallejo, Espergesia, Los nueve monstruos podrían calar en el espectador que con las justas tenía primaria completa o eran analfabetos y cómo podía conmoverlos unos versos de tal naturaleza.
Entre otras lecturas que han influenciado en mi escritura están los versos de Neruda, Huidobro, Benedetti.
Se percibe que hay una relación muy cercana con la literatura de Vallejo. ¿Cómo siente la poesía del vate santiaguino?
Vallejo encarna la sensibilidad por el dolor humano. No estoy de acuerdo en ver a Vallejo como el poeta triste, melancólico, pienso eso sí que Vallejo fue el poeta que logró plasmar en sus versos la problemática social, el dolor humano, el problema de la cotidianidad, la revolución que hizo con los versos, creo que le dio la dimensión que tiene ahora y que no la tuvo cuando estuvo vivo. El reconocimiento a su obra ha sido muy tarde.
Y ¿qué libro le marcó en especial durante su vida de escritor?
No tengo un libro preferido, pero siempre leo a García Márquez, por ejemplo la novela, El amor en los tiempos del cólera, un libro genial. También allí está otra obra maestra como es La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa. De igual manera los cuentos de Ribeyro y Chejov. Puedo mencionar también a la Naranja mecánica y la trilogía de Millenium de Larson, asimismo a Ciro Alegría, José María Arguedas, López Albujar, Martin Adán y últimamente he estado leyendo la obra, Los corruptores del mexicano Zepeda, un libro muy cautivante.
Basándose en su experiencia, ¿cuál es su óptica sobre la actual poesía en nuestra localidad?
Tenemos personajes muy importantes, referentes, allí están Luis Eduardo García y Bethoven Medina, dos de los grandes poetas que tenemos en la actualidad. Hace poco hemos tenido un festival de poesía regional que organizó Oscar Ramírez y nos hemos juntado varias personas que nos dedicamos a escribir y que están realizando buena poesía y creo que ello es importante ya que hayan existen voces en las letras locales. Asimismo durante estos días se presentaron en la Universidad César Vallejo (UCV) 26 poetas liberteños, la poesía de cada uno de ellos está plasmada en un disco que ha editado dicha casa superior de estudios. Allí también se perciben también varias propuestas diferentes, modos de escribir distintos. Considero que allí está la magia de la poesía en nuestra región.
¿Coméntenos sobre la labor en el Instituto de Estudios Vallejianos?
En estos días fue la juramentación del nuevo consejo directivo. Esperemos que el trabajo de la obra de Vallejo sea, se multiplique. La experiencia es muy interesante con varios integrantes de este grupo, allí está el poeta César Alva Lescano, destacado autor, asimismo, Juan Félix Cortés, Daniel Estrada, Juan Paredes Carbonell, Wellington Castillo, Bethoven Medina. Ellos editan una revista anual con textos sobre Vallejo y aparte se organizan algunos eventos en homenaje al poeta, la idea es difundir la obra de Vallejo en lo más que se pueda. En este punto debo destacar la labor en la actualidad de Elmer Robles, quien está realizando unos trabajos de investigación sobre el grupo Norte. La verdad que de la obra de César Vallejo hay mucho por conocer todavía y el Instituto de Estudios Vallejianos sigue en esa labor incansable.
Se tiene de conocimiento que lleva varios años trabajando en la Casa de la Emancipación. ¿Qué tal experiencia en este espacio cultural considerado uno de los mejores de la ciudad?
Mi labor en la Casa de la Emancipación es de 25 años. Aquí estoy a cargo de la restauración y apoyando en las actividades culturales. Este año ha sido muy interesante, se han presentado diversas muestras pictóricas, recitales, conferencias, conversatorios, presentaciones de libros, musicales.
Les comento que la Casa de la Emancipación viene funcionando desde 1980, estamos hablando de 37 años, de los cuales solo fueron interrumpidos desde abril 1992 a diciembre donde se hizo proyectos de restauración , de allí hasta ahora se han realizado actividades ininterrumpidas, actividades muy intensas.
Respecto a sus proyectos literarios, ¿en qué viene trabajando? ¿algún nuevo poemario?
Tengo un poemario el cual está en proceso de corrección. Además estoy trabajando en una novela. Tengo un borrador de ella. Creo que la narrativa, y la novela específicamente, se necesita más disciplina, más tiempo. La temática de esta novela es un pretexto amoroso, que nos lleva a pasearnos por todo el centro histórico. Espero en algún momento publicarla.
Finalmente, ¿qué consejos o sugerencias les puede brindar a las personas que quieren dedicarse como usted a la labor literaria?
Al que le gusta la literatura solo tiene que seguir leyendo, para escribir hay que ser un buen lector. Devorar todos los libros que llegan a tus manos.

Entrevista de nuestro colaborador Guillermo Salvador Saldarriaga, Licenciado en Ciencias de la Comunicación.
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