Te ayudamos a entender en qué se basa la segmentación de usuarios, y por qué cada persona recibe impactos promocionales diferentes relacionados con sus hábitos de consumo digital.
El mundo asociado al marketing digital es uno de los sectores en los que la innovación tecnológica es más tangible. Constantemente aparecen nuevas técnicas, estrategias y servicios que ayudan a personalizar los impactos promocionales. Para comprobarlo, basta con realizar un ejercicio muy sencillo. Si tomamos dos dispositivos móviles, y navegamos -por ejemplo- por Instagram, veremos cómo los anuncios que veremos serán diametralmente diferentes en los dos teléfonos. Observaremos fotografías o vídeos de elementos que conectan con los intereses personales del propietario en cuestión.
Seguidamente, describiremos una serie de conceptos que ayudan a las grandes empresas a sectorizar y filtrar las preferencias de los consumidores; conectando con las mejoras en marketing digital y convirtiendo la navegación por internet en una experiencia única.
Uno de los conceptos que más se ha extendido en los últimos años es la palabra «cookies«. Pero ¿qué son verdaderamente las “galletas” en el mundo 2.0? Cuando entramos en un portal web por primera vez, normalmente aparece una ventana en la que se nos especifica cuáles son nuestras preferencias con relación a este termino. Para resumirlo, se trata de un archivo creado por el dominio web donde se almacena tu información de navegación. Son como una especie de fichero en el que se guarda nuestra información dentro de una carpeta, con elementos como búsquedas, páginas visitadas o información de acceso. Gracias a esta información, las empresas pueden ofrecer publicidad personalizada, relacionada con tus hábitos digitales.
Se crean así campañas específicas para determinados usuarios. Por ejemplo, si una persona es amante de la literatura, visualizará informaciones relacionadas con las últimas novedades o con los grandes clásicos de las letras. Un ítem clave en relación al avance del marketing digital.
Otra herramienta digital que está ganando mucho peso en los últimos años es el marketing de afiliados. Se trata de una vía en la que un portal web promociona un determinado servicio a través de un enlace personalizado. Cada venta que se realice bajo ese link, genera una serie de beneficios para su emisor. Se trata de una estrategia muy interesante, ya que genera un retorno positivo tanto para la empresa como para la persona que la recomienda. Lo que se conoce popularmente como un “win-win”.
Algunas de las empresas que se ha centrado en dicho segmento del marketing digital son Betsson, con su programa de afiliados de Perú, con un amplio abanico de recompensas para los usuarios por cada impacto generado; eBay, con su Partner Network, centrado en blogs y portales web con referencias a sus productos, que facilitan la inserción de URLs con determinados productos y redireccionan los usuarios al portal de ventas; o Rakuten Afiliados , con una propuesta muy similar a la de Betsson y con mucha inserción en el mercado asiático. Dispone de una gran trayectoria que se proyecta a lo largo de dos décadas, y esta orientada tanto a agencias como a usuarios particulares. El marketing de afiliados también puede vinculares con las “cookies”, generando enlaces diferentes y cambiando la apariencia de los portales web cada poco tiempo.
Por último, hay que citar otro concepto interesante: el “Geotargeting”. Básicamente, se registra nuestra posición en un mapa y se ofrece contenido que se adapta a un marco geográfico concreto. Si nos encontramos en una gran ciudad, visualizaremos anuncios y elementos que se adapten a nuestras necesidades. En cambio, si residimos en un pueblo o en un municipio del extrarradio, los impactos publicitarios serán distintos.
Lo mismo sucede en relación con el país, no veremos los mismos anuncios en los distritos de Trujillo, que si nos trasladamos a una región del territorio europeo o asiático. Una de las empresas más conocidas que utiliza el geotargeting es Google. Obviamente, para recibir este tipo de contenido, deberemos disponer de un dispositivo con la opción de GPS activa. Si realizamos determinadas búsquedas en Google Maps, sobre cafeterías, restaurantes o gasolineras, la empresa sabrá identificar dónde nos encontramos, y creará anuncios relacionados con estos espacios.
Otro elemento que ayuda a identificar la ubicación del usuario es la dirección IP. Una matrícula digital única asociada a un dispositivo concreto. Es más imprecisa que el sensor GPS, pero también es plenamente funcional.
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