El periodista y escritor Dante Trujillo habló con Siente Trujillo acerca de su rumbo por el periodismo cultural y dio sus apreciaciones acerca de escritores peruanos actuales y de antaño.
Dante Trujillo nació en Lima en 1973. Estudió Literatura y ha seguido cursos de especialización en La Habana y Madrid. Hoy cursa una maestría en Literatura comparada y crítica cultural. Ha sido publicista y corrector de estilo, y estuvo al frente de la librería Minotauro. Ha escrito para diversas publicaciones nacionales. Dirige la editorial Solar y la revista «Buen Salvaje». «El palacio de la felicidad» es su primer libro. Conoce más de él aquí.
Siente Trujillo: ¿Cómo empezó su camino por el periodismo cultural?
Dante Trujillo: Llegué al periodismo cultural un poco queriendo y sin querer. Siempre tuve inquietud hacia los contenidos culturales y la literatura en particular. Tengo una historia peculiar, cuando era joven estudié Economía, pues quería dedicarme a la literatura, pero pensaba que debía prepararme para subsistir también. Quería administrar un negocio y escribir; mientras tanto, trabajaba en una agencia de publicidad, cuando acabé la carrera estudié literatura. La primera universidad quedaba a una cuadra de mi casa, la otra fue San Marcos y me quedaba lejos; así que deje de trabajar. Entonces, con lo que había ganado hasta ese momento abrí una librería que llevó por nombre “Minotauro”, esa fue mi primera actividad.
Cuando la librería se acabó debido a la crisis económica, y me quedé sin trabajo por primera vez, un amigo me llamó para trabajar en el diario El Comercio, en un área que hacía de todo; luego pasé a escribir crónicas en la revista Somos, cuando Fernando Ampuero era el editor. Además comencé a escribir reseñas de libros. Pasados los años, me fui de El Comercio y creé una empresa que hace libros y contenidos, como por ejemplo la revista Buen Salvaje. Luego regresé a El Comercio, hace tres años; actualmente escribo tanto en El Dominical como en Luces y en la página de libros de Somos.
¿Qué libros tienes publicados?
Tengo un libro de cuentos que se titula” El palacio de la felicidad”, publicado por editorial Planeta hace unos años; dentro de unos meses voy a publicar otro libro escrito junto a Jaime Bedoya, un periodista y editor reconocido. Nosotros escribimos una columna en la sección Luces de El Comercio los sábados, la alternamos; por ejemplo, hace poquito escribí sobre González Prada y también acerca de los gatos en la cultura. Entonces vamos a realizar una recopilación de esas columnas, la sección se llama “Tinta invisible”; pero no sé si el libro se va a llamar así también.
¿Este libro va a ser valioso para los periodistas culturales?
No todo es propiamente periodismo, pero podría encajar como periodismo cultural. Hay crónicas, hay semblanzas, he escrito sobre González Prada, pero también acerca de Ricardo Arjona. He escrito sobre escritores que me gustan demasiado y también sobre Dan Brown, autor del Código da Vinci, que no me gusta nada. Escribo de asuntos que me dan curiosidad.
¿Si tuviera que mencionar al escritor peruano que más cariño le tiene, cuál sería?
Creo que sería César Vallejo, el Vallejo poeta. El César Vallejo cronista o narrador me parece que no está a la altura del poeta, el poeta es increíble. Vuelvo siempre a Julio Ramón Ribeyro, a Mario Vargas Llosa, a Bryce Echenique, a los poetas vuelvo frecuentemente. Vuelvo a Jorge Eduardo Eielson, a José Watanabe, a Cisneros, los poetas de los sesenta me gustan mucho.
Mencionaste a tres escritores, César Vallejo, Manuel Gonzales Prada y Mario Vargas Llosa, ¿Qué han traído estos escritores a tu vida?
Cosas distintas. Vargas Llosa y González Prada tienen más en común entre sí que con César Vallejo. Lo que tienen en común los tres es que tienen una postura política, curiosamente son tres políticas distintas. González Prada terminó siendo anarquista, César Vallejo era de izquierda y Mario Vargas Llosa es liberal. Sobre todo Vargas Llosa y González Prada son gente vehemente, luchadores, peleones, gente que discute sus ideas; Vallejo también desde su lado.
Estos tres escritores me han influido de maneras distintas, principalmente espirituales. César Vallejo es una compañía de toda la vida, y no te cansas de leerlo, es bello por sí mismo y a la vez reflexivo. González Prada tiene poemas preciosos que han sido opacados por su obra política y periodística; en realidad su ocupación era el periodismo.
Finalmente, Mario Vargas Llosa tiene novelas extraordinarias; también como ensayista me parece brillante y es una persona ejemplar, puedes o no estar de acuerdo con sus ideas, pero admiro su tenacidad y cómo las defiende.
Si realiza una comparación de esos poetas con los escritores contemporáneos, ¿Qué percepción tiene?
Me parece que están en un momento saludable; no es el mejor momento, pero tampoco es un pésimo momento y se está escribiendo más que nunca. Hay más librerías que antes, todavía faltan bibliotecas; pero todo el circuito del libro está mejor, es más dinámico.
Si hubiese una clase alta de escritores representada por Mario Vargas Llosa, también hay una clase media donde hay muchísimos jóvenes en camino a convertirse en escritores reconocidos. Ellos escriben muy bien; pero tienen dos o tres libros y cuando tengan siete probablemente sean grandes escritores. En poesía hay muchos, pero en narrativa están: Jeremías Gamboa, Jerónimo Pimentel, José Carlos Yrigoyen, Renato Cisneros, por hablar de los más conocidos; pero existen otros, por ejemplo, Marco García Falcón que acaba de ganar el Premio Nacional de Literatura.
¿Aquí en provincias, alguno?
No te podría mencionar algún escritor trujillano contemporáneo ahora mismo; pero en Huancayo está Ulises Gutiérrez y Sandro Bossio; en Arequipa hay demasiada gente que escribe bien; en la Selva, en Loreto también. Más bien falta que nos leamos entre peruanos, hay que leer más a los escritores de provincias.
¿Qué recuerdos tiene de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos?
No tengo un recuerdo lejano de San Marcos, porque ingresé cuando tuve 24 años, no era tan chiquillo. Conservo grandísimos amigos y recuerdos que son estupendos de San Marcos. Llegué en un momento en que la universidad ya no estaba tan politizada, pero tampoco era su mejor momento. Hubo una crisis económica que originó que buenos profesores dejen la universidad, pero tengo excelentes recuerdos. Además, yo pase de la Universidad del Pacífico a San Marcos, fue un cambio fuerte, me interesaba ese cambio; me interesaba conocer más otro lado del país que no conocía tan bien.
¿El gobierno peruano le está dando la importancia debida a los temas culturales?
Desde que existe el Ministerio de Cultura hace un par de gestiones, parece que hay más interés en los temas culturales. Me parece que es mejor que antes, porque durante los ochenta todo se complicó y en la época de Alberto Fujimori simplemente no les interesaban los temas culturales, es más los combatían; una población culta es una población critica. No eran personas cultas las que gobernaban en esa época y posteriormente tampoco. Me parece que el gobierno actual de Martín Vizcarra está haciendo algunos intentos; el Ministerio de Cultura tiene un presupuesto muy bajo y aun así realiza grandes esfuerzos.
Entrevista: Ana Tongo Ramírez
Foto: FILT 2018
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