Me llamo Raúl Humberto Tola Pedraglio. Tengo 41 años. Estudié Derecho en la PUCP, soy bachiller. Antes de terminar mi carrera ya estaba en el Periodismo. Soy liberal. No tengo creencia religiosa, soy ateo. He venido a Trujillo a dictar una conferencia en la UPN y a presentar mi última novela “La noche sin ventanas” en SBS Librería.
Siente Trujillo: ¿Raúl Tola, Cómo fue tu experiencia en España?
Raúl Tola: Maravillosa, fueron probablemente los 4 años más felices de mi vida.
¿Viviste en Madrid?
Así es, viví en Madrid.
¿Quizás el inconsciente te llevó por la ruta de los escritores del Boom? Varios estuvieron en España.
No porque los escritores del Boom no vivieron en Madrid, vivieron entre París y Barcelona. Lo que pasa es que Madrid se ha convertido en un polo de atracción para muchos escritores latinoamericanos, muchos viven allí. Es una ciudad muy amable, una ciudad maravillosa, una ciudad que comparte el mismo idioma, y una ciudad que tiene muchos bares.
¿Cuándo te diste cuenta que querías ser escritor?
No sé muy bien, yo creo que es algo que te va ocurriendo paulatinamente. No sé cuándo escribí mi primer intento de texto literario. Lo que sí sé es que cuando estaba terminando el colegio ya comenzaba a escribir de una manera más ordenada mis primeras cosas.
¿Te llevas bien con la poesía?
No tengo una relación tan estrecha con la poesía como la que tengo con la narrativa.
¿Cómo se percibe al escritor peruano en España?
En España hay una oferta cultural abundantísima y como es lógico en cada país, lo primero son los escritores de cada país. Los escritores peruanos tienen un lugar, pero es un lugar que no es central dentro de la literatura en España. Hay incluso escritores de fuera que son mucho más importantes y tienen una presencia más fuerte. Pero están allí los escritores latinoamericanos y peruanos. A mí me ha sorprendido ver, por supuesto, la importancia que tiene Vargas Llosa, el predicamento que tiene Vargas Llosa. Pero también hay personas a las que les interesa Ribeyro y también Bryce.
Es curioso cómo Ribeyro se va haciendo cada vez más grande.
Fuera del Perú, sobre todo, sí, éso es increíble. Cómo él ha tenido una segunda vida.
En España hay varios escritores peruanos y gente que está en el tema cultural y periodístico, Gabriela Wienner, Santiago Roncagliolo, Marco Sifuentes, que si no me equivoco estudia en la Complutense ¿Te reunías con ellos?
Mucho, claro, justamente las personas que has mencionado son amigos míos muy estrechos, más Renato Cisneros, más Jaime Rodríguez, más Andrés Edery -el caricaturista de El Comercio- para mencionar a las personas que trabajamos en medios de comunicación, y muchas personas más. De hecho, con Gaby, Marco y Renato montamos un programa de radio que se llama Exiliados.
Pero ahora ya no estás porque ya no estás exiliado.
(Risas). Sí, tengo una pequeña columnita en Exiliados, tengo una pequeña participación, sale los sábados en TV Perú. Y Gaby salió porque tenía varias cosas que hacer y en su lugar entró Ana Trelles que también está por allá.
¿Qué escritores peruanos te han marcado?
Bueno muchos. Vargas Llosa, Bryce y Ribeyro, que son la trilogía de los más conocidos. Luego mi gran amigo, casi mi hermano, Jorge Eduardo Benavides, Zavaleta, luego no puedo dejar de mencionar a mi primer referente personal, al primer escritor que conocí en persona que es Oswaldo Reynoso, que fue conmigo muy cariñoso, muy generoso y que es un extraordinario escritor. Solamente haber escrito “Los inocentes” le debería reservar un papel primordial en la historia de la literatura peruana.
Y, bueno, ahora, de los escritores de mi generación me interesa mucho el trabajo de Jeremías Gamboa, Renato Cisneros, Santiago Roncagliolo, de José Carlos Irigoyen y otras personas que están surgiendo.

Siente Trujillo: ¿Cuáles son los obras y escritores extranjeros que has disfrutado leer o a los que tú vuelves?
Raúl Tola: Muchísimas, pero si quisiera hacer un decálogo de mis novelas favoritas tendría que mencionar al Quijote, “La guerra y la paz”, “Los miserables”, las novelas de Faulkner, las de Hemingway, las de Vargas Llosa, los cuentos de Ribeyro, las novelas de Bryce, esos serían algunos de los libros a los que a mí me gustaría volver.
Hace poco declaraste que no te da vergüenza decir que eres escritor. Pero hay un cliché en el que se dice que es muy difícil vivir de la literatura, sobre todo en el Perú.
Ya, pero, no tiene que ver una cosa con otra. Yo me llamo escritor a pesar de que ser escritor sea difícil para vivir. Yo no creo que haya escritores que viven de la literatura, por lo menos en el Perú. La mayoría tiene trabajos alimenticios y la literatura es su verdadera vocación, pero no se puede vivir de la literatura. Yo creo que ni Vargas Llosa pudo vivir hasta hace poco de la literatura, porque él se ganaba la vida dando conferencias, dando clases, con sus columnas en El País. La literatura no es especialmente rentable cuando uno la hace en el Perú.
Como el periodismo…
El periodismo es más rentable que la literatura, para que te hagas una idea (risas). Uno recibe un sueldo con el periodismo, con la literatura, la mayoría de las veces va a pérdida.
Entonces ¿qué es eso que te da la literatura que te satisface y te llena?
Cosas absolutamente más importantes que el dinero, quizás intangibles, vivir nuevas vidas, conocer nuevas cosas, tener experiencias que no podría tener sino fuese gracias a la literatura, jugar a construir un mundo paralelo, jugar a construir e inventar personas, pasar buenos ratos, divertirme jugando con esas personas y con esos mundos. Todo eso me da la literatura y muchas otras cosas más.
Es un poco sentirse dios.
Eso es lo que dice Vargas Llosa, que los escritores son deicidas, personas que matan a Dios para ocupar su lugar.
¿Conoces a algún escritor provinciano que creas deba dar el salto a Europa?
Bueno Reynoso es arequipeño, Vargas Llosa también.
Pero Vargas Llosa pasó buena parte de su vida en Lima.
Sí, igual que Reynoso. Cuando voy a ferias del libro tomo contacto con escritores de los lugares donde ocurren las ferias del libro. He tomado contacto con escritores trujillanos pero la verdad es que no estoy muy metido en la lectura de la literatura del interior del país, creo que es una laguna que debo cubrir.
Es un poco raro que hayas venido a Lima. Estando en Madrid quizás tu carrera como literato podría…
Pero me ofrecieron un buen trabajo aquí en un canal de televisión y por eso vine. Hay que pagar las cuentas, por eso me vine con la familia.
Luego de tu viaje a España declaraste que no te querías arrepentir de no haberlo hecho.
Siempre he querido vivir la experiencia del exilio y si no lo hacía en ese momento ya no lo iba a hacer. Así que me fui a vivir a España y ha sido incluso mejor de lo que pensé que podía ser mi exilio en España. Voy a volver en algún momento porque mi esposa es de allá y mi hija es de allá y allá la vida, si tienes esa posibilidad… la vida es más sencilla. Hay colegios públicos, seguridad pública.
Las bibliotecas son sensacionales.
Y hay una vida cultural bullente, está al alcance de la mano la cultura.
Santiago Roncagliolo dice que ningún logro literario, académico o profesional igualará la sensación de tener un hijo.
Que yo estoy de acuerdo con Santiago, por supuesto, que ningún libro puede competir en afecto, en aprecio, en cercanía, en intimidad, no puede ser ninguno una conmoción tan fuerte en nuestras vidas como tener un hijo, claro. Me ha pasado a mí cuando tuve a mi hija y me pasa todos los días cuando me despierto y la miro, no sólo es el día de su nacimiento.
Vamos a tu nueva novela. Juan José Millás cuenta que mientras escribía un artículo para un diario, lo atropelló una novela. Se dio cuenta que ese artículo daba para convertirse en novela. ¿Cómo nació “La noche sin ventanas”?
Yo creo que la idea de escribir una novela sobre el Perú y la Segunda Guerra Mundial apareció el día que entrevisté a Mary Cogan, que era una señora que vivía en Lima, hace un par de años, que fue sobreviviente de un campo de concentración. Cuando escuché su historia me quedé absolutamente sorprendido por varias cosas, por la historia en sí, por la forma en que contaba la historia, que era muy enternecedora. Pero también por el hecho de que ella vivía en Lima, vivía entre los limeños, entre los peruanos y había vivido esas cosas, esas experiencias absolutamente increíbles que parecen tan lejanas a Perú. Entonces pensé en ese momento ¿qué pasa si conseguimos encontrar la historia que conecte al Perú con la Segunda Guerra Mundial? Un hecho que parece tan remoto, tan lejano. Así que a partir de ese momento ese fue mi proyecto.
Eso fue lo que te movió.
Sí, conseguir las historias que me permitiesen acercar al Perú a la Segunda Guerra Mundial.
Al fin y al cabo, la historia universal une a los países en unos puntos que quizás no nos imaginamos…
Vivimos en el mismo mundo ¿no? Cada vez es más pequeño ese mundo, cada vez estamos más cerca. Cada vez lo que ocurre en los países más remotos influye en todos los demás países. Y tomando en cuenta que la Segunda Guerra Mundial fue la guerra más grande, la más devastadora que ha vivido la humanidad, era irremediable pensar que había tocado de una manera u otra al Perú.
Se nota que la gira promocional cansa, pero ¿ya estás escribiendo la siguiente novela?
(Ríe). Sí, ya estoy escribiéndola, tengo la costumbre de no dejar de escribir. Cuando la novela entra a talleres yo ya estoy trabajando otra novela. Tengo previsto escribir una novela más ambiciosa, mucho más autobiográfica, que cuente la historia de mi ingreso al periodismo televisivo, de los primeros años que yo hice televisión en Canal N y que además coincidieron con los años de la caída del fujimorismo, con el gobierno de Fujimori envuelto en estas denuncias de corrupción. Yo creo que esa época es muy novelable, creo que es una época fascinante y quiero centrarme en esos años, en el año 2000 en concreto, es un año vertiginoso, un año en el que el Perú cambió mucho, cambiaba a cada hora y yo tuve la suerte de estar allí, en un lugar privilegiado, preferencial para ver cómo cambiaba el Perú.
¿Cómo percibes al fujimorismo?
Yo no creo que tenga un verdadero propósito de enmienda, ni un verdadero propósito de cambio. Keiko Fujimori trató de vender esa imagen de un fujimorismo más moderado cuando dio esta conferencia en Harvard. Pero una conferencia en Harvard no puede hacer que perdamos de vista la realidad cotidiana. Yo creo que el fujimorismo de ahora ha vuelto a las raíces del autoritarismo y está tratando de mellar este gobierno y creo que no ha cambiado y que incluso en algunos aspectos como por ejemplo su postura frente a los derechos sexuales y reproductivos ha involucionado de una manera francamente estremecedora.
¿Y a PPK cómo lo percibes?
Me parece que es un presidente muy inseguro. Creo que es un presidente que no tiene claro su norte. Me parece que es probablemente una de las personas más capacitadas para ser presidente del Perú con su currículum, como funcionario público, él conoce el Perú como pocas personas, pero desafortunadamente ese conocimiento sin la muñeca política, sin las decisiones que hacen falta en un país tan complejo y con un rival político tan decidido, como el fujimorismo, hace falta mayor temple quizás, mayor decisión.
Somos unos privilegiados de tener a Vargas Llosa y a Bryce vivos
Sí, seguro. Los conozco a los dos y a mí me parece un enorme privilegio, haber podido conversar con ellos. Tener la posibilidad de verlos de vez en cuando es una cosa maravillosa.
Y ambos tienen estilos distintos. Tú has declarado ser un escritor disciplinado. Mario Vargas Llosa dijo hace algunos años que admira de Bryce su redacción espontánea y sin corregir.
Yo creo que esa es una percepción equivocada. Creo que Bryce ha escrito mucho y para escribir mucho necesariamente tienes que ser un escritor disciplinado. No creo que Bryce escriba como le sale, creo que él corrige mucho, no creo que sea un escritor descuidado. Escribir agua de la pluma es necesariamente escribir con errores, con redundancias y Bryce es uno de los escritores formalmente más correctos de nuestro país. No creo que esa sea una imagen que se corresponde con la realidad.
Gracias por tu tiempo Raúl ¿Disfrutas de tus visitas a Trujillo?
Bueno, conozco bien Trujillo, no es la primera vez que vengo, he venido un montón de veces. Y cada vez que vengo lo disfruto muchísimo.
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