Hernán Migoya es un destacado autor de comics y de libros de ficción. Estuvo presente en la Feria Internacional del Libro de La Libertad.
Guillermo Salvador Saldarriaga, de Siente Trujillo, conversó con Hernán Migoya tras su conferencia brindada en la I Feria Internacional del Libro de La Libertad.
1. ¿Qué le parece la ciudad de Trujillo? ¿Primera vez que viene por aquí?
Es la segunda vez, pero es la primera vez a fondo… porque una vez vine a Trujillo, pero me dirigí a Huanchaco a pasar el fin de semana y pasé por aquí, por la plaza mayor de Trujillo y quedé fascinado. Es tan grande y hermosa. La verdad que no sabía que aquí en la ciudad había mucha población. Luego de cuatro años es la primera vez que vengo a un evento literario. Luego de la pandemia, estar presente en una actividad como esta, es como la vida para mí, con gente que disfruta de mi compañía. La verdad que estoy muy contento aquí.
2. Hay una frase que alguna vez mencionó: “Hay un matiz moralista en mí, es la lucha contra la hipocresía y la defensa de la inocencia, del derecho de las personas en busca su felicidad”. ¿Puede profundizar sobre esta declaración?
Creo que hay una lucha constante en mi obra por desvelar la hipocresía social. Todas las sociedades son hipócritas, izquierda, derecha, capitalistas, socialistas, todas son hipócritas, todas tienen su cuota de mentira. Hasta las que se creen muy progresistas son absolutamente y tradicionalmente católicas, cuando piensan que son ateas. Siendo atea puede ser absolutamente católica en tu estructura mental, que para algunas cosas no me parece mal porque al fin de cuentas nuestra moral es católica por mucho que yo no crea en Dios. Mi manera de razonar a través de los siglos que he heredado, es cristiana, digamos, católica. Mi gran obsesión siempre ha sido entender a la persona que sufre, aunque a primera vista no se le pueda entender y desvelar el mecanismo de por qué la sociedad le hace sufrir. Intento siempre desenterrar esos cadáveres, tabúes, secretos que todas las familias y que todas las sociedades tienen y exponerlos. Ello ha sido mi gran obsesión.
Respecto a la defensa de la inocencia, siempre he sido muy soñador, a pesar de ser tan descarnado en mi obra siempre he sido muy inocente, por eso siempre respeto la inocencia. Me gusta mucho la inocencia de la gente, no me río de la inocencia de la gente. Normalmente el intelectual se ríe de la inocencia de la gente tomándola por ignorante y no es verdad. La inocencia es preciosa en sí, es mucho más valioso alguien inocente que alguien muy listo, que su alma no tiene hueco para nada bonito. Una de las cosas que me mantienen vivo es la ilusión que inculca la inocencia de las personas.
3. Coméntenos sobre su obra:” 50 peruanas de bandera”, donde plasma el afecto y el orgullo de la mujer peruana.
Es un libro bastante eroticón, porque a mí la belleza femenina me sigue gustando y me gusta la belleza peruana. También me gusta la belleza masculina, he escrito artículos sobre hombres guapos. Por ejemplo, Ollanta Humala me parece un hombre muy guapo. He hecho este libro en concreto para reivindicar la belleza peruana, desde un punto de vista interclasista. Para mí la más bella de esas 50 mujeres en este libro es Tula Rodríguez, para mí ella es el ideal de mujer bella. El secreto de la mujer peruana es el ideal de mujer bella, el secreto de la mujer peruana son los pómulos, nadie los suele decir, los pómulos les otorga una elegancia natural que no tienen otras etnias ni otros países.
Me parece fascinante señalar estas cosas porque soy muy fisonomista y me encanta fijarme en la fisonomía de las personas. Me gusta ver personas guapas en la calle, me gusta la belleza estética.
4. Continuando con esta temática, en alguna ocasión refirió que la mujer peruana tiene una pureza interior, una modestia mucho mayor, además que tiene un equilibrio interno muy interesante. ¿Mantiene la misma opinión?
Tiene una serenidad interior que le adopta de una feminidad muy natural en comparación con otras culturas latinas donde se produce más, donde la cultura de los senos operados es muy extendida, donde es una cultura mucho más machista y superficial. Me encanta la mujer natural peruana porque ni se maquilla mucho. Y si se maquilla, se maquilla bien, ni recurre por lo general a recursos tan artificiosos y horrorosos como ponerse postizos de maniquíes. Me gusta mucho esa serenidad interior, les hace seres que no dependen espiritualmente de ningún hombre, de nadie y eso me fascina.
5. ¿Por qué decidió dedicarse a la historieta? ¿Fue su vocación desde niño o adolescente?
Mi vocación primera de niño fue ser escritor. Yo estaba convencido que iba a ser escritor rápidamente, pero curiosamente se me cruzaron los comics alrededor de los 14 años. Me pasó lo contrario de lo normal, generalmente la gente empieza con las historietas y luego se pasa a la literatura. A los 10 años era un lector voraz de literatura, y luego a los 14, cayeron comics en mis manos, Frank Miller, especialmente… y quedé fascinado con el poder de seducción y convicción narrativos que tiene un guionista.
Me interesó más el guión que el dibujo, me di cuenta, que no tenía talento para dibujar. No tenía la paciencia para ponerme a dibujar, ni encontraba interesante la reproducción visual, para mí lo interesante era el acto narrativo de la historieta y al mismo tiempo era un aliciente trabajar con otros artistas, dibujantes. Me parecía fascinante cómo ellos transformaban en imágenes y a su manera interpretaban mi narrativa con imágenes, cada uno con su personalidad. Para mí ellos, son magos, los dibujantes, entonces… y hay que reconocer que el medio de la historieta es algo complejo, duro, me refiero a lo económico. Pero realmente es un medio mágico. No me arrepiento para nada. Fíjate que no llegue a la literatura hasta los 30 años. Empecé a publicar guiones profesionalmente a los 17 y 18 años y hasta los 30 años no me atrevía a involucrarme en la ficción literaria.
6. Selva misteriosa, 50 años, hay una fascinación por ese libro para que haya sido publicado de nuevo para que la gente revalore esta obra ¿Qué opina al respecto?
Es un cómic histórico, tanto por el tiempo transcurrido desde su publicación en los años 70 como por su calidad. Digamos que es intentar llenar el papel que las instituciones culturales no están haciendo y que ellas deberían rescatar estas historietas. No hablo sólo de Selva Misteriosa, sino también de Teodosio de Luis Baldoceda, la revista Avanzada, que se deberían relanzar para que sigan vivas y que no se queden en el olvido; es un patrimonio cultural peruano.
Obviamente yo sigo siendo extranjero, a pesar que llevo años pidiendo la nacionalidad. Pero tampoco tengo tanto derecho a entrometerme, pero bueno, siempre lo hago desde el punto de aportar, construir y ayudar para que ello se materialice porque realmente este trabajo no fue remunerado prácticamente. Lo hacemos más que todo por entusiasmo y por amor a la historieta, digamos que nos gustaría que nos hicieran más caso las instituciones, permitiendo de esta maneras que las nuevas generaciones tengan el derecho a disfrutar de las historietas.
7. En su alocución durante su participación en la Feria Internacional de Libro La Libertad, usted se refirió que las editoriales como que no le prestan mucha atención a las historietas, que le falta una difusión más amplia. ¿Por qué ocurre ello?
Hay que entender la dinámica de las propias editoriales. Las editoriales pequeñas no tienen los medios para producir comics, es muy complicado. Si producen comics, suele no estar bien pagado porque no tienen medios materiales para poder producir un buen comic, que es un trabajo normalmente de un año y las editoriales grandes están muy atrapadas por lo perecedero, por la actualidad. Trabajan mucho en las temáticas que venden, por el ciclo comercial de las cosas, se ponen a elaborar libros de autoayuda que venden mucho, libros religiosos, libros de reportaje político, pero ni siquiera la literatura vende mucho, esto les cuesta más y el cómic también les cuesta porque requiere unos conocimientos técnicos que muchos editores no tienen todavía. Es complejo modificar ello, es una dinámica que no le pone las cosas fáciles a la historieta peruana… poco a poco hay que ir cambiando ello.
8. El libro Srta. Laura causó mucho furor aquí en nuestro país ¿Qué nos puede decir sobre él?
Es un cómic muy divertido y fue idea de Marco Sifuentes y, además él es un gran fan de los comics por lo cual él se quitó una espina realizando una obra como ella. En sí, él quería ser artífice de una historieta y lo logró. Fue muy divertido. Él es un gran amigo y trabajamos muy a gusto, juntos, además con el apoyo de un gran dibujante, Ricardo Montes, con quien yo había trabajado haciendo historietas sobre la infancia de Miguel Grau. Él es un excelente dibujante.
El libro se vendió mucho, aunque luego fue retirado del mercado. En sí, Srta. Laura es la vida de ella, (Laura Bozzo) siempre con chiste, con diversión, con un poco de crítica hacia su idiosincrasia manipuladora. Obviamente también con los ciclos reflejados de su relación con el poder, con Montesinos, con Fujimori. Todo ello se reflejó y creo que fue de una manera muy acertada. Al final, aparte de la crítica, hay un fondo de entretenimiento y diversión y la verdad que funcionó muy bien.
9. Basándose en su experiencia muy centrado en la historieta, ¿cómo ve el panorama a futuro aquí en Perú y en Latinoamérica?
Creo que como somos más globalizados con internet y ya los artistas peruanos pueden acceder directamente a otros modelos, no necesariamente nacionales, ello permite dar un salto a través de la tecnología y plantarse en otros países con su trabajo. Tienes por ejemplo aquí a Gabriela Machi, artista involucrada en el manga. Ella está triunfando en internet, tiene como un millón de seguidores en internet, nadie la ha recopilado en comics, me parece increíble que exista ella solo en el mundo virtual, ella que es una autora de mucho éxito. Asimismo, tienes a Luis Morocho, que en la actualidad está publicando en Estados Unidos. Cristhian Rosado, también.
Hay varios autores que están dando un salto directo al mercado español, estadounidense o al francés. Por suerte y gracias al mercado globalizado actual. Esto es lo bueno. En sí, el cómic, la historieta va a seguir, porque hay gente que ama estas publicaciones, estos formatos. Lo que hay que buscar es que se difunda más, que trascienda a más público.
10. Próximamente su obra saldrá publicada en Francia. ¿De qué trata esta obra?
En este caso publicaré por primera vez directamente en Francia, gracias a que nos ha financiado una editorial en ese país. La idea era hacer una historieta sobre la vida de Rasputín, el célebre monje loco, pero que no estaba tan loco, y nos centramos en el último año de vida de este personaje. La verdad que ha salido una obra muy interesante, que no sólo funciona como un análisis del periodo histórico ruso, sino como una tragicomedia, un poco quijotesca, muy excesiva, con mucho esperpento, mucho erotismo y perversidad. Estamos muy contentos. Esta obra saldrá publicada en el mes de mayo de este año, es un álbum de 64 páginas, a todo color, todo manual. Estamos muy emocionados por la pronta publicación de esta obra.
11. Para concluir, ¿qué consejos le puede brindar a quienes quieren dedicarse a escribir historietas o cómics?
Que no renuncien a sus sueños, no hay nada más triste que dejarte vencer por la realidad. Creo que cuando sigues empeñado en algo lo consigues. En sí la lucha merece la pena. Realmente ahora con los medios digitales que existen se puede conseguir. Si escriben comics, que busquen buenos dibujantes de comics porque los editores extranjeros no leen los guiones, miran el dibujo. Tienen que liarse con dibujos que entren por los ojos y que enamoren. Animo a todos los peruanos y peruanas a que escriban comics, a que lo hagan. Si tú crees en lo que haces, tarde temprano habrá gente que se interesará por lo que haces.
Entrevista de Guillermo Francisco Salvador Saldarriaga, Licenciado en Ciencias de la Comunicación.
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