A pocos kilómetros del balneario de Huanchaco, en el polideportivo, se dieron cita decenas de liberteños y visitantes de otros departamentos, quienes celebraron la Fiesta del Pisco Sour en el día de esa bebida.
En simultáneo se realizó el Festival Gastronómico de Trujillo, ambos organizados por la Cámara de Comercio de La Libertad (CCLL). Cada primer sábado de Febrero da lugar a la celebración del trago tradicional de los peruanos, evento que se estableció desde el año 2004. Un día únicamente destinado a que el paladar se rinda a la degustación del Pisco Sour, el cual exalta las raíces del Perú.
Para esta edición la innovación se hizo presente con la propuesta de la Escuela de Negocios y Desarrollo Gerencial, que desarrolló un Pisco Sour fusionado con Flor de Jamaica. También en otros stands rendían tributo al pisco en combinación con la maracuyá; y por supuesto, no podía faltar su tradicional presentación con jarabe de goma, clara de huevo, limón y amargo de angostura. Los precios fueron de S/ 3.00 a S/ 6.00.
El presidente de la Cámara de Comercio
No obstante, aprovechó la oportunidad de resaltar la participación de productores y artesanos provenientes del municipio Quiruvilca; cuya intención es descentralizar e integrar a los municipios de la región que ofrecen una amplia diversidad en su gastronomía, cultura y arte.
Los representantes de Quiruvilca no solo exaltaron la minería con esculturas y cuadros pintados en honor a esa ardua labor que se desarrolla en esa ciudad, sino que también expusieron su producción alimentaria con queso fresco y suizo a la venta. Además del yogur en presentaciones de un litro de diversos sabores.
Los liberteños no se quedaron atrás con la exhibición de su gastronomía. Se pudo apreciar el ají mochero, que cobra un valor único y autóctono de la gastronomía liberteña; así como la artesanía en manos de Artesanos del Parador Turístico Quibisich en representación de los pobladores de Huanchaco.
Más de 10 mil copas de Pisco Sour fueron servidas al público, quienes no dudaron en acompañar la bebida con el tradicional ceviche, arroz con mariscos, parrilladas, cabrito norteño, lomo saltado, pato guisado y anticuchos, que fueron realizados por destacados restaurantes de la ciudad.
A pesar de que el Pisco Sour era el centro de atención, el calor del verano en pleno balneario se hizo notar; por ello, más de uno no dudó en recurrir a raspadillas y paletas artesanales de sabores como: maracuyá, lúcuma, arándanos, entre otros.
En el entrañable evento los pañuelos no se hicieron esperar; no para secar el sudor sino para dar inicio al baile que engrandece al norte del Perú, como es la marinera. La música estuvo a cargo de la agrupación Son Rumba Criolla, quienes tocaron canciones como “Peruanita bonita”.
Crónica de nuestra colaboradora Yasmielen Beatswine.
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