Zaki Magoa es el nombre artístico del mago español, originario de la ciudad de Bilbao, Agustín Villagra. Luego de visitar tantas ciudades, Zaki Magoa llegó por Trujillo para visitar esos rincones donde sentía que faltaban risas y amor.
¿En qué consiste tu actividad de magia, básicamente?
El proyecto se llama “La magia de una sonrisa”. Es muy importante poder llegar a esos lugares y barriadas donde nunca ven nada de arte, que sólo ven y viven con la violencia; yo les llevo ilusión, se ríen, ven un mago en directo por primera vez y hasta ahora todo va de maravilla.
¿Cómo y dónde fueron tus comienzos o tu primera experiencia con este espectáculo?
Yo empecé en África, en el desierto del Sahara, en los campamentos de refugiados saharauis. Estuve en los cuatro campamentos, visitándolos allí y eso me enganchó para seguir luego con el tema de la magia solidaria. Tenía una pequeña empresa en Bilbao, de hinchables, de camas elásticas, talleres y un montón de cosas; acabé dejándolo y empecé a viajar por varios lugares; he estado en Ghana, en Kenia, en Sarajevo, después viajé a Perú.
De todos estos países que has visitado, ¿te ha llamado la atención algo en concreto?
No sabría cómo explicar las diferentes ramas de la pobreza que he visto. En África, lo que he visto de cerca ha sido el tema del Sida o VIH. Es durísimo ver familias enteras, desde el abuelo hasta el nieto, todos con la enfermedad, muy deteriorados; esto me impresionó mucho.
Estuviste tres años recorriendo dieciséis países de Sudamérica, ¿cómo fue la experiencia?
Empecé en Perú y recorrí todos los países de habla hispana salvo Brasil, Cuba y México. En estos últimos tres países sólo he estado como turista pero no tiene nada que ver con mi actividad.
¿Qué problema hay en El Salvador y en Honduras, donde ahora resides, con el tema de Las Maras? ¿Cómo se vive el día a día allí con las Maras?
No sólo son las Maras, el maltrato infantil está muy asimilado por la sociedad, como algo normal; también las violaciones a las mujeres y a los niños; el alcoholismo es grandísimo, la falta de educación de la gente con el entorno y el medio ambiente, la suciedad en las calles, están Las Maras, está la corrupción en la política, en los jueces, en la policía, en el ejército, el narcotráfico también está metido.
Y la población civil no tiene capacidad de reacción ante esto?
Yo creo que las mismas Maras cuando matan a alguien en los barrios les meten tanto miedo a la gente que no se atreven a hablar sobre lo que han visto; el miedo se masca totalmente. Últimamente cuando matan a alguien lo descuartizan, lo meten en sacos y lo tiran a un lugar donde se vea; la gente al ver estas cosas se atemoriza. Mucha gente tiene que pagar el “Impuesto de guerra” lo que en Perú se llama “El cupo”. Se llama “Impuesto de guerra” porque oficialmente hay dos Maras que están en guerra, la Mara 13 o Salvatrucha y la Mara 18. Aunque luego existen un montón de pandillas fuertes que hacen lo mismo que las Maras, mantienen el sicariato. Honduras es un país que tiene todo lo malo junto; es como para reformarlo de nuevo, tiene una solución difícil.
¿Y ves algún atisbo de ayuda internacional o de alguien de fuera que se esté movilizando o intentando cambiar un poco esta situación tan alarmante?
Eso es muy difícil que cambie porque, primero, el gobierno de Honduras es un subordinado de los Estado Unidos; la política hondureña la hace y dirige USA, son marionetas. El actual presidente hondureño tiene un rechazo bastante generalizado en el país, le da igual, le escuchas hablar y parece que todo va de maravilla y es mentira. Yo hace poco tiempo estuve en las islas de Roatán en Honduras, que son una maravilla, y en el trayecto en el avión vi toneladas de basura flotando por el mar, ellos no le dan importancia a eso, les da igual, no informan ni conciencian a la gente para que no tire su basura al mar o a la calle, les da igual..
Hay generaciones nuevas que son las que pueden cambiar todo esto; hay mucha gente joven que quiere un país mejor, que está luchando por un país mejor. Es una sociedad muy individualista, yo les digo que no se piensen que va a llegar un superhombre y les va a arreglar la situación. Que son ellos los que tienen que luchar, y es cierto que hay gente muy buena, muy capaz, gente que se está preparando y que está transmitiendo valores a las generaciones que vienen. El proyecto donde estoy yo Acoes Honduras lleva muchos años becando a niños en las zonas más duras del país: montan escuelas, guarderías, atienden a un montón de gente. Así, todo Honduras es un país muy complicado.
¿Te sientes ahora más arraigado o identificado con Honduras al estar viviendo allí?
Quedarme a vivir para siempre en Honduras sería imposible, no puedo aceptar esas limitaciones que tiene porque yo tengo otra mentalidad, yo soy de luchar y me estoy jugando el tipo también, seguiré una temporada más pero no me quedaré allí a vivir. También me limita la edad, tengo sesenta y dos años. Me quedaré un tiempo en Honduras y haré todo lo que pueda por mentalizar, concienciar valores contra el maltrato infantil, contra las violaciones, lucho contra todo lo que puedo.
¿Has sido una persona comprometida con la sociedad?
Siempre lo he sido, en Bilbao, mi ciudad natal, también lo era. De los tres a los trece años estuve internado en orfanatos, recibí mucha violencia y eso me ha marcado. Y en mi barrio de Bilbao, en Recalde, yo siempre he destacado por luchar por varias causas cívicas y políticas.
Cambiando de tema, nada más llegar al alto Trujillo, vi una cosa que me chocó mucho, una pintada en la pared de una escuela pública que decía ”Hoy es un buen día para un asesinato”, por el lugar pasan y lo ven cientos de personas al día; yo desde que llegué lo estuve mirando y me decía que esto no puede ser. Compré un spray, fui donde la pintada y taché parte de la frase por la siguiente “ Hoy es un buen día para ser feliz”. Me choca que no haya sido la propia gente de la escuela la que no haya borrado ese eslogan tan violento.
¿Y cómo has visto el Alto Trujillo, lugar donde has estado residiendo por unos días?
No he visto nada de violencia, sé que está catalogado como zona peligrosa. En los tres años que han pasado desde de la última vez que vine hasta hoy veo que no ha habido ninguna mejora sustancial; igual alguna nueva carretera, pero en cuanto a condiciones de vida de la gente lo veo igual que hace tres años. Muchas zonas siguen sin estar asfaltadas. Se hacen tomas de tierra de electricidad, hay mafias que se ocupan de zonas muy amplias y luego ellas venden a la gente el terreno y la electricidad, es un secreto a voces, lo sabe todo el mundo y no se toman medidas contra esto, la gente tiene que estar muy desesperada para elegir ese sitio para vivir. Me he recorrido todos esos barrios, tengo muchas fotografías, tiene que ser durísimo el decidir montar allí una familia.
Pero vamos a hablar de cosas más bonitas, cuéntanos sobre tu trabajo de mago.
Desde que he llegado a Trujillo he hecho quince actuaciones de magia, he actuado en muchas escuelas, también en el Alto Trujillo; he estado en el centro de la ciudad colaborando con una asociación que se llama “Arte en las calles”; también he actuado en el penal de jóvenes, no he parado. En dieciocho días he hecho quince actuaciones. Siempre que hago una actuación observo las reacciones de la gente, apunto el número de personas, creo que un total de mil quinientas personas de Trujillo han visto mi show de magia, se han reído muchísimo, han disfrutado; muchos han podido ver por primera vez un mago en directo. Yo me siento muy contento por lo que transmito a la gente.
Supongo que muchos niños al verte, verán un espectáculo de magia por primera vez en sus vidas, ¿no es así?
Yo les pregunto «¿Habéis visto alguna vez algún mago?», y me dicen que no; tengo el honor de ser el primer mago que ven.
¿La magia la has aprendido por tu cuenta?
Yo llevo en la magia treinta años, soy veterano. Cuando empecé a viajar a Africa y vi el poder que tiene la magia en los niños, niños en todas las condiciones, con enfermedades, con problemas, niños que viven en zonas duras, y vi el poder que tiene la magia sobre ellos, no dudé en dedicarme a ello. Creo que soy el único mago en todo el mundo que paga por hacer magia.
Entonces, ¿cómo te autofinancias si no cobras por tus espectáculos de magia?
Tengo gente amiga que me sigue desde hace muchos años y me ayuda con donaciones y aportes económicos; también me apoya alguna asociación. Así, toda mi limitación es económica pues a mí me gustaría poder llegar a más sitios donde no puedo llegar por el tema económico.
He estado con mi espectáculo en Trujillo, en Lima y en Cuzco.
No sé si tendré la suerte de poder regresar a Perú de nuevo, depende de mi salud y de muchas otras cosas. También quiero viajar a Cuba, Argentina, Bolivia y regresar a muchos otros países que conocí en aquel viaje por Latinoamérica que duró tres años. En Perú es la octava vez que estoy.
¿Cómo ves la situación política en estos países sudamericanos?
Yo he sido siempre muy crítico con lo que veo, todo lo que veo que no me gusta lo denuncio y a veces me la juego; en Honduras ya me han dado algún aviso del tipo “Cuidadito con lo que publicas”. Cuando voy a un país o ciudad nueva suelo hacer muchas fotografías; luego suelo visitar las escuelas de los niños, hago el show de magia, veo cómo reaccionan y con ello hago un pequeño balance final de todo. En realidad yo no vengo aquí a cambiar nada, vengo con mi labor de magia y lo que hago es impulsar valores y concienciar, y que se den cuenta de que no es normal esa pasividad ante ciertos asuntos cotidianos.
¿En qué sentido hablas de concienciar?
Pues no sólo en fomentar buenos valores y actitudes sino que, si pretenden una sociedad mejor, tendrán que luchar y ser solidarios. En Honduras hay mucho individualismo y eso no conduce a nada bueno. Estás en un lugar y te están asaltando nadie te va a ayudar ni se va a meter a defenderte. Yo, si me veo en esa situación, siempre voy a tratar de defender a quien le asaltan, como a mí me gustaría que me ayudasen si me asaltasen. No son las Maras quienes asaltan sino delincuentes y pandillas que van armadas con pistolas. Hay una media de trece muertos diarios, una barbaridad. Muchos ciudadanos se van a USA o a Europa. El país tiene un futuro muy incierto, unas doscientas personas al día lo abandonan. Es un país pequeño, de ocho millones de habitantes. Sólo se van a quedar la clase media y la alta.
Una vez, en Honduras, fui al módulo del penal donde estaban los líderes de la Mara 18. Fui a hacerles magia, tras el show estuve hablando con dos líderes de las Maras; uno de ellos me preguntó si los magos españoles eramos creyentes, yo le dije que había de todo, luego me preguntó si yo lo era y cuando le respondí que no, se enfadó, me abroncó y me chilló. Pensé que la situación era absolutamente irreal o surrealista. Yo hago aquí todo lo que puedo para fomentar buenos valores morales y ellos que han asesinado y destrozado a cientos de familias se indignan porque yo no soy creyente, ellos con sus imágenes de la virgen y sus crucifijos por aquí y por allá, ellos sí muy creyentes…
Yo he logrado llegar a todos los sitios donde he ido, las cárceles, poblados remotos etc, siempre por mediación y ayuda de la iglesia; si no es por ella yo no puedo acceder a esos lugares por mí mismo. Por otro lado, la Iglesia también me respalda y me da cierta protección para poder acceder a varios lugares de riesgo. Esto siempre lo voy a reconocer y agradecer.
¿Qué planes de futuro tienes?
Mientras tenga salud seguiré con la magia pero quiero pinchar a los demás magos en su conciencia. Ahora voy a Lima a una reunión de magos. Cuando voy a España también doy conferencias en clubs de magos; me gusta tocarles la fibra solidaria, para que no sean solidarios sólo en las navidades sino también el resto del año. Si un mago es profesional siempre hay días que no trabaja que puede dedicarse a hacer magia para un club de jubilados, para un orfanato, siempre puedes ayudar al prójimo si eres un mago profesional y no sólo usas la magia como un hobby.
La mayoría de magos busca excusas porque somos muy insolidarios dentro del gremio de la magia. Hay mucho egoísmo y poca ética; a menudo tratan de quitarse el trabajo unos a otros, o de bajar los precios indecentemente.
En Bilbao trabajé como mago cobrando dinero y aun así también atendía causas sociales solidarias.
En qué momento te diste cuenta que el trabajo por los demás y sin ánimo de lucro te aportaba personalmente?
Tuve una relación con una mujer que duró veinticinco años. Estando con ella ya hacía mis viajes. Se rompió la relación y yo aproveché para poder hacer lo que de verdad quería que era viajar con la magia solidaria. Con el paso de los años me he enganchado a ello más todavía y estoy muy orgulloso de ser un referente en España de la magia solidaria.
Qué te aporta personalmente la magia solidaria?
Las caras de felicidad de los niños, el cómo se ríen, cómo gritan, cómo se lo pasan, a mí me aportan muchísimo, me dan una energía inmensa, no hay dinero para pagar eso. Esto es lo que a mí me llena. Si me diesen a elegir entre hacer magia en un club privado donde me pagasen mucho dinero o el seguir con mi magia solidaria y sin lucro, me quedo como estoy sin dudarlo. Tengo lo necesario para vivir, no tengo para darme lujos pero no los necesito, he aprendido a vivir con muy poco. Durante el año ahorro dinero para luego poder hacer estos viajes. Yo quiero seguir con esta labor e ir a El Salvador, a Costa Rica y a otros países. Me siento muy útil.
Yo también estoy aprendiendo mucho con esta labor y sigo aprendiendo. He conocido gente maravillosa y eso vale mucho. Conocer una sociedad como la hondureña, las ganas que tienen de salir adelante, lo que yo les puedo aportar, lo que ellos me enseñan a mí, el cómo llegar a ellos. También ayudo a nivel particular en todo lo que puedo a través de una aportación económica o material; doy mi apoyo en la creación de un proyecto, con una donación, etc.
El periódico hondureño El Heraldo me ha nombrado por segundo año consecutivo uno de los diez héroes del año por mi espectáculo de magia solidaria, cosa que me enorgullece. Trabajo en la ONG hondureña ACOES Honduras, trabajamos con muchas escuelas, guarderías, comunidades, la ONG atiende a muchísimas personas.
Volviendo a Trujillo, encuentro a Aitor Esteban, es el párroco que dirige la parroquia El Cristo de La Salud. Gracias a este sacerdote y su parroquia he podido realizar esta tarea de la magia solidaria por diferentes lugares de la ciudad de Trujillo. Me siento muy agradecido a esta persona y su parroquia.
Entrevista de nuestro colaborador: Eduardo Maruri
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